La relación calidad-precio fue excelente, la habitación era cómoda y acogedora. La ubicación del hotel era perfecta, cerca de Cuenca ciudad y de la Ciudad Encantada. El trato del personal fue excepcional, siempre dispuestos a ayudar en todo lo que necesitáramos.

Las opciones de desayuno podrían ser más variadas. Sin embargo, esto no fue un problema importante ya que encontramos sitios cercanos para desayunar delicioso.

Recibimos una atención inmejorable por parte del anfitrión, siempre dispuesto a ayudarnos en todo momento. Nos encantó la finca, que ofrecía numerosos espacios para el disfrute y la comodidad de las camas era excepcional, con un colchón genial y un edredón calentito. Además, su ubicación era ideal, a solo 15 minutos de Cuenca ciudad y cerca de la Ciudad Encantada.

La comida para el desayuno podría haber estado mejor. Sería recomendable mejorar la limpieza de los utensilios de cocina para garantizar una experiencia aún más positiva.

Nuestra estancia en Villa Caramel fue realmente agradable. Disfrutamos de la ubicación privilegiada cerca del río Júcar y rodeados de naturaleza. Carlos, el anfitrión, estuvo atento a todas nuestras necesidades y nos hizo sentir como en casa. La cama de matrimonio era muy cómoda y el nórdico de alta calidad nos brindó un descanso excepcional. Aunque había algunos insectos debido a la ubicación rural, esto era comprensible y no nos molestó demasiado. En general, recomendaría este hotel sin dudarlo.

Hubo un problema con la calefacción en uno de los apartamentos y también tuvimos un inconveniente con la salida de agua en una de las habitaciones. Esto causó que tuviéramos que reclamar el importe de una noche, pero no hemos recibido respuesta.

Siempre vuelvo a este hotel en Villalba de la Sierra porque tienen todo lo que necesito: Wi-Fi gratis, aparcamiento gratuito, utensilios de cocina, cocina compartida, servicio de transporte al aeropuerto, TV de pantalla plana. La primera vez que me quedé, el personal me ayudó a encontrar mi horquilla perdida. ¡Volveré para unas vacaciones!

En nuestra opinión, es un sitio excelente para viajar a Villalba de la Sierra. El director es simpático, siempre sonríe. Nos dieron una habitación con vistas al jardín, recomendaríamos este lugar...

Ubicación, aislado, música, barbacoas, cama cómoda, nórdico confortable.

Nada.

La atención del anfitrión, el entorno, las instalaciones. Nuestra estancia en Villa Caramel fue increíble. Carlos, el anfitrión, vivía en el recinto y siempre estaba dispuesto a ayudarnos en lo que necesitáramos. El entorno era maravilloso, con muchos espacios para disfrutar al aire libre. Las instalaciones eran perfectas, con especial mención a la cómoda cama de matrimonio y el acogedor nórdico. Además, la ubicación era excelente, a solo 15 minutos de Cuenca y cerca de la Ciudad Encantada. Realmente disfrutamos nuestra estancia en Villa Caramel.

Todo estupendo 👍.

Recibimos un gran valor por nuestro dinero, la habitación era maravillosa, con una cama cómoda y un edredón acogedor. La ubicación era perfecta, a solo 15 minutos de Cuenca, y nos encantó poder disfrutar de la tranquilidad y la belleza natural de los alrededores. Pero lo mejor de todo fue la atención del personal, especialmente de Carlos, el anfitrión, siempre dispuesto a ayudar y hacer nuestra estancia aún más agradable. Estamos deseando que su proyecto se haga realidad y le vaya genial.

La comida del desayuno podría ser mejor. Sin embargo, teniendo en cuenta que estamos en medio de la naturaleza y cerca del río Júcar, comprendemos que haya muchos bichillos.

la ubicación es genial, cerca de Cuenca. Estás aislado de la sociedad, perfecto para música y barbacoas. La cama de matrimonio es súper cómoda y Carlos, el anfitrión, siempre está dispuesto a ayudar.

Problema con calefacción en un apartamento.

la ubicación y la atención del anfitrión fueron geniales. Está cerca de Cuenca y el entorno ofrece tranquilidad y privacidad. La cama era muy cómoda y el anfitrión fue amable y atento, resolviendo cualquier necesidad al instante.

Problema con la calefacción y agua en una habitación.

La atención del anfitrión fue excelente, siempre dispuesto a ayudar en todo momento. La ubicación de la finca es fantástica, rodeada de naturaleza y cerca de lugares de interés como la Ciudad Encantada. La comodidad de las camas también fue destacable, con colchones y edredones de gran calidad. En general, disfrutamos mucho de nuestra estancia en Villa Caramel. Aunque hubo algunos bichillos debido a la ubicación cerca del río, esto es comprensible y no afectó negativamente nuestra experiencia. Recomendaría este lugar a otros viajeros.

La ubicación es perfecta, a pocos minutos de la ciudad y rodeada de naturaleza. La cama era muy cómoda y el edredón proporcionaba un calor agradable. Además, el anfitrión estaba siempre disponible para ayudar y nos contó interesantes proyectos sobre el lugar.

La limpieza de los utensilios de cocina podría mejorar.

Terraza: La terraza del apartamento era simplemente espectacular. Pasé horas disfrutando de las impresionantes vistas a la montaña, sintiéndome como si estuviera en la cima del mundo. Fue el lugar perfecto para relajarme y disfrutar de un café por la mañana o una copa de vino por la noche.

Calefacción defectuosa.

La relación calidad-precio fue excelente, obtuvimos mucho valor por nuestro dinero y la habitación era muy buena.

El desayuno podría mejorar en términos de limpieza de los utensilios de cocina. Valdría la pena mencionar que la finca es más disfrutable en verano, ya que en invierno con el frío se pueden aprovechar menos las zonas comunes.

La ubicación es genial, a solo 15 minutos de Cuenca por una carretera muy decente. Estamos aislados de la sociedad, lo cual nos permite disfrutar de música, hacer barbacoas y estar al aire libre hasta tarde. La cama de matrimonio es muy cómoda, de 1.50, con un nórdico de buena calidad y muy confortable. Carlos, el anfitrión, vive en el recinto y se encargó de resolver todas nuestras necesidades al instante. Nos contó su proyecto y nos encantó, le deseamos mucho éxito.

Me sentí como en casa allí, no tengo ninguna razón para quejarme.